Una cerveza de Republica Checa , que paso desapercibida por mi habitación , pero que tras probarla me dejo una buena sensación de lo que ya se sabe, esta gente hacen increíbles pilsener.
El color característico de este estilo , no hace falta que lo describa , pero si su aroma y sabor. Servida en una jarrita clásica alemana con asa , se presenta el color dorado brillantina con una espuma que se va rápidamente dejando un aro tocando el cristal , el aroma algo acido y vivo con toques herbales.
Un cuerpo acuoso y de carbonatación altamente pronunciada , esta cerveza de baja fermentación a la vez que refrescante te deja el retrogusto amargillo pero nada fuerte , muy sutíl .
Una pilsen fácil de beber , refrescante con apenas 4,8º y que marida perfectamente con esas noches de fútbol rodeado de amigos
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